Las Varillas
Varillas:
Se usan varillas delgadas; pueden ser útiles las que habitualmente vienen destinadas para pinchar alimentos. Se les corta la punta y se dejan de una medida que no sobrepase los dos o tres dedos por sobre y debajo del puño cerrado. Se tiñen de amarillo o rojas oscuras.
Se usan 50 varillas. Una se separa y se coloca enfrente en posición horizontal, sobre un paño color oro.
Las 49 varillas que quedan en el puño de la mano izquierda se posan sobre el paño y se separan, al azar, en dos grupos: uno a la derecha y el otro a la izquierda. Del grupo de la derecha se toma UNA varilla y se coloca entre el dedo meñique y el anular de la mano izquierda. Del grupo de la izquierda se cuentan y separan las varillas de cuatro en cuatro hasta que queden 4 o menos varillas. Esas últimas, 4 o menos, se sacan y se colocan entre los dedos medios de la misma mano izquierda. Luego, del grupo de la derecha se extraen otras 4, o menos varillas, mediante el mismo procedimiento: separándolas de cuatro en cuatro.
La primera varilla del grupo de la derecha, la cantidad del grupo de la izquierda y la cantidad del grupo de la derecha, se juntan y se dejan aparte, en posición vertical, como pilar de la varilla solitaria en posición horizontal; luego, se juntan las restantes -todas, menos las separadas- y se vuelve a realizar la misma operación. Eso dará un nuevo grupo que se colocará al lado en forma vertical. Se procederá a juntar las restantes y nuevamente se llevará a cabo la misma operación para extraer un tercer grupo, el tercer pilar.
Los tres pilares verticales, los tres grupos extraídos, se cuentan y suman; esa cantidad se anota ordenadamente, en el mismo sentido como fue apareciendo. Una vez anotada la cantidad de cada montón (pilar) y su totalidad (suma), se procede a juntar TODAS las varillas MENOS la horizontal (la 50) y se realiza la misma operación para conformar otros tres grupos o pilares.
En cada tres Pilares tenemos Una Suma, ese resultado se convierte en Línea. Para obtener Seis Líneas debemos realizar 18 operaciones.
L a s V a r i l l a s
Como ya se ha expuesto con anterioridad, el modo señalizado en el capítulo IX (sobre el oráculo), párrafo 3, del Libro de Wilhelm, es el que se ciñe correctamente a la metodología de los cálculos con las varillas.
Las 50 varillas deberán ser redondas, de un largo que sobresalga de la mano hacia arriba y hacia abajo cuando se empuñan; ojalá de madera santa como la Artemisa o el Canelo. Hay otras maderas nobles que se conocen sólo en algunas zonas o países.
Siguiendo las indicaciones de las escrituras se apartará una varilla cuyo símbolo representa al UNO que determina todas las cosas (las diez mil cosas, según el I CHING). Los 49 restantes quedan de esta manera sujetas a los tiempos derivados de 7 (7×7=49), las que en 18 movimientos determinarán los 6 tiempos de un signo.
Se efectúan 4 movimientos, a saber: división de las varillas en dos grupos; separación de la varilla del montón de la derecha que se coloca entre el anular y el meñique de la mano izquierda; recuento de 4 en 4 del grupo que ha quedado a la izquierda hasta llegar a 4 o menos; misma operación en el montón de la derecha. Con estos cuatro movimientos, separando en base a 4, se obtiene un primer grupo; repitiendo 3 veces la misma operación, se obtendrán 3 montones; la suma de estos grupos dará la primera línea. Recogiendo el total de 49 varillas se repetirá la misma operación para obtener las otras 5 líneas. La suma de los montoncitos que se obtendrán será de: 4, 5, 8 o 9. Estos resultados se anotarán en el orden en que aparecen.
Una vez culminado el proceso de 18 movimientos, o sea, de las 6 líneas, se transforman las sumas en valores: en este caso los valores son 2 y 3. Los números 4 y 5 corresponden al valor 3; 8 y 9 corresponden al valor 2. A este propósito, en la introducción, «sobre la consultación del oráculo» del texto de Wilhelm, existen dos incoherencias que todo lector atento podrá notar: la primera de ellas ya está tratada en el «análisis del material» en páginas anteriores de este mismo trabajo y tiene relación con el supuesto «número supernumerario»; ahora bien, en la explicación de los movimientos, en el segundo de éstos, de acuerdo al texto, los resultados podrían ser 6, 8 ó 4. Sin embargo, la cifra de 6 no está estipulada. Esto no se explica y el punto se deja en la nebulosa. En efecto, la práctica enseña que la cifra 6 es posible, aunque sí muy rara. Generalmente se da en el segundo movimiento, es decir: 1+2+3=6 (traducción italiana, página 59).
Teniendo en cuenta que los números tienen dos funciones, a saber: Las Cifras (8, 9, 4, 5) que nos darán los EFECTOS; los Valores (2 y 3) cuya sumatoria nos dará los Resultados, y con ello la suma global para identificar las causas… Consignamos pues, excepcionalmente, a la cifra 6 el valor 2 y a la cifra 7 el valor 3.
La suma de los Valores (2 y 3) entregará Resultados de 6, 7, 8 ó 9; correspondiendo el 6 a un Yin Viejo ( — x — ), el 9 a un Yang Viejo ( —o— ), el 7 a un Yang Nuevo y el 8 a un Yin Nuevo. De esta forma obtenemos un Hexagrama único o un Signo Principal y un Signo Tendencial (ver 3 monedas).
Hasta este punto el método usado nos lleva el primer conocimiento de un tiempo Micro-cósmico. Sin embargo, un Tiempo tiene razones causales y tendencias de efectos; para conocer causas y efectos el estudiante recurrirá a la información que ya posee, donde Cifras = Efectos; y Valores + Resultados=Causas. Entregarán un máximo de 4 signos por operación. Por ejemplo, en una consulta el resultado fue el siguiente:
Extracto de Libro Tratado I CHING – El Canon de las Mutaciones – «El Séptimo Tiempo»